CALPE: EN EL CAMINO ESTABA CALPE...

EN EL CAMINO ESTABA CALPE
Era un hombre sencillo, que quería conocer la costa del Mediterráneo, en pleno mes de agosto del año 1990, y empezando por la zona de Málaga, luego después Almería, parando en diferentes lugares, luego continuo camino hasta Murcia, donde decidió seguir su rumbo hasta Alicante, y sin pensarlo demasiado, pasó por Benidorm, Altea, y llego a Calpe, donde su Peñón de Ifach, le llamó demasiado la atención, y decidió subir a su cima, empezó por aquel falso llano, y subiendo hasta el túnel de piedra blanca, fue asimilando lo duro de aquella subida, que parecía desde lejos cosa fácil, aunque según seguía subiendo, el camino era mucho más tortuoso, y también más difícil de subir. Haciendo un gran esfuerzo, por aquellas sendas de cabras, paso a paso logro encararse en la cima, aquellos 333, metros, fueron difíciles de escalar, no parecía desde la carretera nacional, 332, ser un punto tan duro de subir, más el hombre nunca se sintió cansado, y después de estar sobre la cumbre un buen rato, empezó despacio bajando aquellas rutas de piedra tenebrosa, al caer la tarde del mes de agosto, tuvo la suerte de poder pasear por las playas de Calpe, que había divisado desde El Peñón de Ifach, El Arenal y después La Fossa. Guardando en su mente un recuerdo inolvidable, que ya llevaría con él para toda su vida. El poder subir por la Calle de Gabriel Miró, y notar el comercio de esta ciudad costera y turística, donde se hablan distintos idiomas, pero donde las gentes se entienden sin demasiado problemas. Calpe es algo distinto, su pasado es una leyenda sin terminar de aclarar. Sus ruinas medievales hacen que su misterio siga sin poderse desvelar. El pisar sus laderas con vistas al mar, y divisar sus cañones en medio del pueblo antiguo, al lado de sus murallas, son recuerdos difíciles de olvidar. Por eso aquel hombre venido de Valladolid, se quedó enamorado de todo aquel contorno, donde el mes de agosto se ve muy visitado, y sus playas muy concurridas. G X Cantalapiedra.