CALPE: NO TOCABA LLORAR EN CALPE...

NO TOCABA LLORAR EN CALPE
Hace muchos años, quizá más de treinta, cuando aquel hombre acompañado de su esposa e hija, visitaron Calpe, el hombre quiso ver a su amigo de la infancia, pero la familia le dijo que no, ya que tenía que andar indagando donde vivía su amigo, el hombre presentía algo raro en su mente, aunque paseando por la Playa de La Fossa y el Arenal, parecía sentirse a gusto, se ve que paso por la puerta donde su amigo vivía entonces, y aquel hombre un poco adivinador, se sintió tocado y desbordado, ya que sus familiares deseaban pasar la tarde noche en Benidorm.
Algo en su mente notó el hombre, pensaba, quizá no pueda ver a mi amigo nunca más, y al arrancar su automóvil camino de Altea y Benidorm, en su mente se cruzaron cantidad de ocasiones donde estuvo con sus amigo, fiestas correrías juveniles, fechorías de niños de barrios obreros, despedida del amigo hacia Vascongadas, encuentro en Madrid en el servicio militar del amigo. Más ciertos momentos de travesuras infantiles, incluso toreando a los burros en los corrales,
Aquella tarde en su memoria flotaba el recuerdo, eran muy buenos momentos los vividos con dicho amigo, Más la familia exigente no aceptaba buscar a nadie que no conociese.
Fueron pasando los años, y un día el amigo, termino su vida siendo joven en Calpe. La enfermedad maldita del cáncer, le había vencido, otro amigo de su tierra le llamó para darle tan mala noticia.
En sus ojos saltaron las lágrimas, a su mente se vinieron a recordar, muchas aventuras infantiles y juveniles, que ya nunca más podrían ser comentadas, solamente en su memoria quedarían para el futuro, ya que los amigos de este hombre, parecían ir desapareciendo lentamente, sin ser demasiado mayores.
Pasaron bastantes años, y este hombre se sintió libre y sin ataduras matrimoniales, y de nuevo el destino le llevó a Calpe, allí paso mucho tiempo de la pandemia, en una torre de lujo, y sin dudarlo un día del año, 2021, casi a finales, se interesó por poder ver donde vivía su amigo, y cuando el destino nos pone a prueba, lo logramos. En tres torres gemelas, con mucha Luz, allí sin apenas indagar, se encontró con el hijo de su amigo, al que no conocía, sin dudarlo reconoció a el hijo del amigo, en la entrada del garaje de aquellas tres torres, el hijo del amigo fallecido se paró, para saber por quién preguntaban, al decirle el nombre, el hijo contesto, era mi Padre, Este hombre que iba preguntando lo tenía intuido, el hijo era muy parecido al padre, su amigo de la infancia, y enseguida surgió la conversación que este hombre buscaba en Calpe, Su amigo de la infancia estaba allí descansando para toda la eternidad, Y pensó, ya estoy tranquilo, el tiempo que no perdí aquel día de verano, en buscarle, hoy me parece un milagro que diera con la familia de su amigo, ya que el día 30, de abril a más de 600, kilómetros de Calpe, pudo ver a la viuda de su amigo en la tierra castellana. Nadie entiende los milagros, la vida a veces es una carambola, que no se puede explicar, más puede ser cierto cualquier circunstancia. G X Cantalapiedra.