CUANDO LAS CONCIENCIAS SE DESPIERTAN
Hay momentos en la vida que las conciencias despiertan, viendo las serias heridas que dejan personas muertas. Calpe tierra de turismo sin imponer las fronteras, hoy se nota el pesimismo si nos hablan de trincheras. Una guerra destrozando sendas, casas, carreteras, la guerra sigue marcando el odio de las trincheras. Sin conocer las razones los pueblos sufren las guerras, muchas sucias invasiones dejan muertos bajo tierra. La luz de la vida llora, y los cerebros lo piensan, muchas personas imploran al ver estas horas tensas. Invasores con su muerte que cabalga sobre el suelo, les negamos tener suerte y mucho menos consuelo. Las conciencias se lamentan de ver a los invasores, que sus destrozos aumentan sin verse nunca señores. Quien pudiera anular bombas, para evitar tantas muertes, las guerras son como trombas que nada saben de suertes. Atila con su caballo no dejo crecer la hierba, hoy no queda ni un mal gallo que por Ucrania se pierda. Los corazones sencillos nos gusta la PAZ sincera, el ruido de algunos grillos vienen buscando frontera. Calpe con muchos turistas, no quiere saber de guerra, los peligros a la vista al mundo le desesperan. Los dictadores se crecen mientras afloran trincheras, en sus cargos prevalecen entre sufridas barreras. No existe perdón en vida, ni su nombre es la bandera, el que desata la herida no tendrá amor a su vera. El mañana no sabemos lo que en el tiempo se entierra, pero todos comprendemos que la guerra da ceguera. G X Cantalapiedra. 17 – 5 – 2022.
Hay momentos en la vida que las conciencias despiertan, viendo las serias heridas que dejan personas muertas. Calpe tierra de turismo sin imponer las fronteras, hoy se nota el pesimismo si nos hablan de trincheras. Una guerra destrozando sendas, casas, carreteras, la guerra sigue marcando el odio de las trincheras. Sin conocer las razones los pueblos sufren las guerras, muchas sucias invasiones dejan muertos bajo tierra. La luz de la vida llora, y los cerebros lo piensan, muchas personas imploran al ver estas horas tensas. Invasores con su muerte que cabalga sobre el suelo, les negamos tener suerte y mucho menos consuelo. Las conciencias se lamentan de ver a los invasores, que sus destrozos aumentan sin verse nunca señores. Quien pudiera anular bombas, para evitar tantas muertes, las guerras son como trombas que nada saben de suertes. Atila con su caballo no dejo crecer la hierba, hoy no queda ni un mal gallo que por Ucrania se pierda. Los corazones sencillos nos gusta la PAZ sincera, el ruido de algunos grillos vienen buscando frontera. Calpe con muchos turistas, no quiere saber de guerra, los peligros a la vista al mundo le desesperan. Los dictadores se crecen mientras afloran trincheras, en sus cargos prevalecen entre sufridas barreras. No existe perdón en vida, ni su nombre es la bandera, el que desata la herida no tendrá amor a su vera. El mañana no sabemos lo que en el tiempo se entierra, pero todos comprendemos que la guerra da ceguera. G X Cantalapiedra. 17 – 5 – 2022.