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CALPE LUGAR DE DESTINO
Eran fechas de finales de junio de hace catorce años, el año del 2008, y el TAXI, de Madrid se encontraba en la parada de una tienda famosa del Barrio de Salamanca. mejor dicho, en la Calle de Goya, cuando una señora muy normal, se subió en dicho automóvil, indicando al taxista su domicilio, el conductor del TAXI, sin dudarlo ni un momento la llevó con toda su amabilidad. La señora al llegar a su casa, le pregunto al conductor, si las llevaría hasta Calpe, esa misma tarde, a su madre y a ella, ya que su madre estaba en silla de ruedas, el conductor le dijo que si, y aquella tarde a las tres, salieron camino de esa ciudad alicantina, donde su Peñón de Ifach, es el testigo del tiempo.
Circularon por la autovía del Mediterráneo, y luego por la A, 31, hasta Alicante, parando en mitad del camino, en La Roda, Las dos mujeres se sentían muy a gusto, ya que el taxista era un experto conductor, y además simpático, aunque se encontraba soltero y sin compromiso.
Circularon hasta la ciudad de Alicante, pasando al lado de La Explanada, y siguieron camino por la carretera llamada asesina, o sea la, N, 332. Y llegando a Calpe casi al atardecer, Donde el conductor del TAXI, las ayudo a sus viajeras a subir al apartamento de su propiedad, y poder charlar un rato antes de su despedida, no sin antes darle el teléfono particular del taxista, diciéndole a la señora, si por si acaso le tenía que llamar para volver a Madrid, ya que su marido andaba un poco últimamente a picos pardos, y estaba harta de sus correrías sin ton ni son.
En fechas de finales de agosto, sonó el teléfono del conductor del TAXI de Madrid, y antes de poder hablar, le dio la corazonada de que era la señora que llevó a Calpe. Sin esperar ni un minuto, salió hacia dicha ciudad, donde al ver a la señora con su madre, pensó sin dudarlo, está mujer puede que sea mi esposa sin tardar mucho tiempo, y así fue, al poco tiempo, se casaba con dicha señora, al conseguir ella la soltería por el juzgado, el taxista pensó, espero ser feliz, esta mujer se lo merece, tiene calma y razona a tope, sin ser exigente para nada, esto es un billete de lotería premiado, que quiero responder a su confianza…. G X Cantalapiedra.
Eran fechas de finales de junio de hace catorce años, el año del 2008, y el TAXI, de Madrid se encontraba en la parada de una tienda famosa del Barrio de Salamanca. mejor dicho, en la Calle de Goya, cuando una señora muy normal, se subió en dicho automóvil, indicando al taxista su domicilio, el conductor del TAXI, sin dudarlo ni un momento la llevó con toda su amabilidad. La señora al llegar a su casa, le pregunto al conductor, si las llevaría hasta Calpe, esa misma tarde, a su madre y a ella, ya que su madre estaba en silla de ruedas, el conductor le dijo que si, y aquella tarde a las tres, salieron camino de esa ciudad alicantina, donde su Peñón de Ifach, es el testigo del tiempo.
Circularon por la autovía del Mediterráneo, y luego por la A, 31, hasta Alicante, parando en mitad del camino, en La Roda, Las dos mujeres se sentían muy a gusto, ya que el taxista era un experto conductor, y además simpático, aunque se encontraba soltero y sin compromiso.
Circularon hasta la ciudad de Alicante, pasando al lado de La Explanada, y siguieron camino por la carretera llamada asesina, o sea la, N, 332. Y llegando a Calpe casi al atardecer, Donde el conductor del TAXI, las ayudo a sus viajeras a subir al apartamento de su propiedad, y poder charlar un rato antes de su despedida, no sin antes darle el teléfono particular del taxista, diciéndole a la señora, si por si acaso le tenía que llamar para volver a Madrid, ya que su marido andaba un poco últimamente a picos pardos, y estaba harta de sus correrías sin ton ni son.
En fechas de finales de agosto, sonó el teléfono del conductor del TAXI de Madrid, y antes de poder hablar, le dio la corazonada de que era la señora que llevó a Calpe. Sin esperar ni un minuto, salió hacia dicha ciudad, donde al ver a la señora con su madre, pensó sin dudarlo, está mujer puede que sea mi esposa sin tardar mucho tiempo, y así fue, al poco tiempo, se casaba con dicha señora, al conseguir ella la soltería por el juzgado, el taxista pensó, espero ser feliz, esta mujer se lo merece, tiene calma y razona a tope, sin ser exigente para nada, esto es un billete de lotería premiado, que quiero responder a su confianza…. G X Cantalapiedra.