CUANDO EL PEÑÓN NO ÉS LA META
Aquel matrimonio o lo que fuera, parecía querer pasar desapercibido, la mujer con un sentido de formalidad, alquilo un apartamento en Calpe, su carné de identidad resulto ser falso, el que parecía su marido, no se dejaba ver por los vecinos, salía de su casa siempre camuflado. Con Gafas de sol incluso por las tardes noches, usaba la llamada mascarilla, con una bufanda que tapaba parte de su cara, El vigilante de los apartamentos, le tenía mosqueado, siempre pensando que no le ofrecía ninguna confianza, y así se pasaron bastante tiempo de la llamada pandemia, tan solo la mujer que parecía ser bastante tranquila y bien parecida, salía a cualquier hora para hacer sus compras, mientras el que pudiera ser su marido se quedaba en casa, mirando a la playa entre sus visillos. Eran personas poco amables y muy pendientes de que nadie les pudiera reconocer. Hasta que una mañana de la primavera del año 2022, un hombre que parecía ser detective con dos fotos preguntaba en peluquerías y comercios de lujo, por si alguien le podía asesorar sobre la pareja, por fin dio con la peluquería donde se arreglaba la mujer, y le dijeron que sí, que por allí acudía dicha señora. Pero que no le podían informar sobre su domicilio, El hombre desde su casa en sus miradas a la playa, reconoció a el detective, que, con sombrero de paño, y sus gafas de sol, caminaba mirando a todas partes para ver si podía lograr su objetivo. Que parecía ser el detener a dicha pareja. Pero muy precavidos pronto sin avisar ni al vigilante de los apartamentos, llamaron a un taxi de Calpe, que rápidamente les saco de aquella urbanización, sin saber el destino que pudieron llevar. El detective por las fotos de la mujer, alguien termino informándole de donde debía estar alquilada, más al llegar el detective hablar con el vigilante, subieron al apartamento, que estaba cerrado y la cerradura bloqueada, las palabras de aquel detective, le hicieron pensar al vigilante, que tenia mucha razón él, al comprobar que eran personas en condiciones de ser reclamadas por la justicia, por fraude y otras lindezas.
Se ve que los delincuentes, también tienen un doble sentido, y saben que su domicilio es siempre temporal, y el cambiar de lugar o domicilio es normal, para seguir libres, y poder gastarse el dinero mal venido. Seguro que seguirán trazando nuevos fraudes, sin nadie saber por donde andan. G X Cantalapiedra.
Aquel matrimonio o lo que fuera, parecía querer pasar desapercibido, la mujer con un sentido de formalidad, alquilo un apartamento en Calpe, su carné de identidad resulto ser falso, el que parecía su marido, no se dejaba ver por los vecinos, salía de su casa siempre camuflado. Con Gafas de sol incluso por las tardes noches, usaba la llamada mascarilla, con una bufanda que tapaba parte de su cara, El vigilante de los apartamentos, le tenía mosqueado, siempre pensando que no le ofrecía ninguna confianza, y así se pasaron bastante tiempo de la llamada pandemia, tan solo la mujer que parecía ser bastante tranquila y bien parecida, salía a cualquier hora para hacer sus compras, mientras el que pudiera ser su marido se quedaba en casa, mirando a la playa entre sus visillos. Eran personas poco amables y muy pendientes de que nadie les pudiera reconocer. Hasta que una mañana de la primavera del año 2022, un hombre que parecía ser detective con dos fotos preguntaba en peluquerías y comercios de lujo, por si alguien le podía asesorar sobre la pareja, por fin dio con la peluquería donde se arreglaba la mujer, y le dijeron que sí, que por allí acudía dicha señora. Pero que no le podían informar sobre su domicilio, El hombre desde su casa en sus miradas a la playa, reconoció a el detective, que, con sombrero de paño, y sus gafas de sol, caminaba mirando a todas partes para ver si podía lograr su objetivo. Que parecía ser el detener a dicha pareja. Pero muy precavidos pronto sin avisar ni al vigilante de los apartamentos, llamaron a un taxi de Calpe, que rápidamente les saco de aquella urbanización, sin saber el destino que pudieron llevar. El detective por las fotos de la mujer, alguien termino informándole de donde debía estar alquilada, más al llegar el detective hablar con el vigilante, subieron al apartamento, que estaba cerrado y la cerradura bloqueada, las palabras de aquel detective, le hicieron pensar al vigilante, que tenia mucha razón él, al comprobar que eran personas en condiciones de ser reclamadas por la justicia, por fraude y otras lindezas.
Se ve que los delincuentes, también tienen un doble sentido, y saben que su domicilio es siempre temporal, y el cambiar de lugar o domicilio es normal, para seguir libres, y poder gastarse el dinero mal venido. Seguro que seguirán trazando nuevos fraudes, sin nadie saber por donde andan. G X Cantalapiedra.