CALPE DE LUCES Y DE SOMBRAS
Entre sombras nocturnas caminamos,
por caminos de Calpe corren vientos,
son las playas que siempre respiramos
sin querer conocer los sufrimientos.
Como seres humanos nos besamos
esperando las luces del aliento,
y en las noches de tormentas cavilamos.
esperando de siempre al pensamiento.
Calpe de sombras angustiadas
con su Puerto marcado por el viento,
en sus horas se ven barcas privadas
que parecen romper cualquier invento.
Amarrando las luces a las sombras
entre piedras del Peñón sacrificadas,
pasan horas de las que siempre asombran
que te dejan las rutas enmarcadas.
Marineros de dulces horas muertas,
donde surgen las más serias miradas,
viendo sombras que siempre son inciertas
de un Peñón con razón de encrucijadas.
Es en Calpe la tierra de marinos
que navegan burlando la distancia,
hombres duros que tienen buenos signos
presumiendo vivir esa arrogancia.
La laderas de Calpe me emocionan
en sus tiendas me lleno de razones,
mis lamentos a veces solucionan
muchas grises y raras sensaciones.
En la Sierra que mira siempre a Calpe
con sus brisas de viento desgarrado,
es la noche que va buscando escape
mientras brilla ese Mar enamorado.
G X Cantalapiedra.
Entre sombras nocturnas caminamos,
por caminos de Calpe corren vientos,
son las playas que siempre respiramos
sin querer conocer los sufrimientos.
Como seres humanos nos besamos
esperando las luces del aliento,
y en las noches de tormentas cavilamos.
esperando de siempre al pensamiento.
Calpe de sombras angustiadas
con su Puerto marcado por el viento,
en sus horas se ven barcas privadas
que parecen romper cualquier invento.
Amarrando las luces a las sombras
entre piedras del Peñón sacrificadas,
pasan horas de las que siempre asombran
que te dejan las rutas enmarcadas.
Marineros de dulces horas muertas,
donde surgen las más serias miradas,
viendo sombras que siempre son inciertas
de un Peñón con razón de encrucijadas.
Es en Calpe la tierra de marinos
que navegan burlando la distancia,
hombres duros que tienen buenos signos
presumiendo vivir esa arrogancia.
La laderas de Calpe me emocionan
en sus tiendas me lleno de razones,
mis lamentos a veces solucionan
muchas grises y raras sensaciones.
En la Sierra que mira siempre a Calpe
con sus brisas de viento desgarrado,
es la noche que va buscando escape
mientras brilla ese Mar enamorado.
G X Cantalapiedra.