Desde San Juan de Alicante
voy buscando mi destino,
con el mar siempre delante
es un paisaje divino.
El Campello me emociona
con sus playas de hermosura,
muchas penas soluciona
entre baños y dulzura.
Ambiente de gran turismo
tienen sus calles marchosas,
y se divisa un abismo
en el color de sus rosas.
Su lonja mercado abierto
es lugar de fantasía,
todo me suena a concierto
de pura marinería.
Torre antigua y vigilante
que vive mirando al mar,
su construcción arrogante
por siglos se ha de contar.
El Campello no se olvida,
siempre quieres recordar,
y al darle la despedida
le quisieras abrazar.
G X Cantalapiedra.
voy buscando mi destino,
con el mar siempre delante
es un paisaje divino.
El Campello me emociona
con sus playas de hermosura,
muchas penas soluciona
entre baños y dulzura.
Ambiente de gran turismo
tienen sus calles marchosas,
y se divisa un abismo
en el color de sus rosas.
Su lonja mercado abierto
es lugar de fantasía,
todo me suena a concierto
de pura marinería.
Torre antigua y vigilante
que vive mirando al mar,
su construcción arrogante
por siglos se ha de contar.
El Campello no se olvida,
siempre quieres recordar,
y al darle la despedida
le quisieras abrazar.
G X Cantalapiedra.