Una poesía en árabe de la poetisa cordobesa Wallada Bint Al-Mustakfi, junto con otra de Safo, enlaza con palabras en catalán de María Mercé
Marçal, el misticismo de Teresa de Jesús, la imaginación de Virginia Wolf, Simone de Beauvoir, ó de Concepción Arenal, la pasión de Ninon de Lenclos, el evolucionismo de Lynn Margulis, el texto de la sindicalista, escritora y cristiana rechazada por los teóricos de la
Iglesia, de Simona Weill, el sarcasmo literario de Dorothy Parker, la poetisa Alaíde Foppa, la de Rose Auslander, la pintora Frida Kahlo, la escritora Natalia Ginzburg, la poetisa y dramaturga Alfonsina Storni, la poesía surrealista de Alejandra Pizarnik, la novelista y ensayista Mercedes Cabello, finalizando con una frase en japonés de Akiko Yosano, feminista, pacifista y reformista social. Como destacó Eutiquio Estirado: «La obra refleja una mujer que se está construyendo sobre las ideas y los conceptos de otras mujeres anteriores, que pelearon y crearon desde su condición femenina. La figura no está terminada, es como una mujer que se encuentra en un estudio, en el taller de un artista en el que se está construyendo sobre las ideas, los conceptos de mujeres que ya han fallecido, pero que han dejado su obra y sus ideas»