El primer nombre del que se tiene constancia documentada es el de Illici en latín (pronunciado Il·liki o Iliki), en una inscripción hallada en
Italia donde, haciendo referencia a una persona originaria de
Elche, aparece Illici como el nombre que dieron los
romanos a la colonia de Hispania. En la Antigua Roma, colonia
romana era el estatuto político del que disponían diferentes civitates de Italia y, posteriormente, de las provincias. Su organización se caracterizaba por estar reglamentada por una carta de fundación legislativa y por las instituciones del
pueblo romano. Esta particularidad le da a la colonia un aspecto más dependiente, menos libre en su relación con Roma, que la que tenía el municipium. Sin embargo, la colonia era considerada con una categoría política más favorable a Roma y de mayor prestigio por contar con la maiestas, supremacía religiosa. Las colonias eran una analogía de la ciudad de Roma.