A raíz de la conquista, fue constituido el señorío de
Elche, encomendado al Señor de Villena, el infante Manuel, hermano de Alfonso X y padre de uno de los grandes escritores castellanos de la Edad Media, don Juan Manuel. La base territorial del señorío de Villena se extendió por una amplísima comarca limitada al norte por el alfoz de la ciudad de
Cuenca y al sur por el término de la ciudad de
Murcia y el alfoz de Alcaraz. Este territorio se estructuró fundamentalmente en dos centros políticos: la Tierra de Alarcón, al norte, y la Tierra de Chinchilla, al sur. Y, en torno a ellos, se agruparon otras villas con términos más reducidos, entre ellas, Iniesta, la Tierra de Hoya-Gonzalo, Jorquera, Hellín, Tobarra, Almansa, Yecla, Sax y Villena, que, a pesar de conferirle el nombre y la capitalidad de señorío, ocupó una situación periférica respecto a todo el conjunto, si bien en sus inicios contaba con las ciudades del Vinalopó como parte del apanage de Manuel de Castilla. El señorío experimentó a lo largo del tiempo cambios conyunturales externos, debido a la anexión temporal de alguna población. próxima, como el caso de Villarrobledo, Lezuza, Munera, Jumilla o Utiel en el siglo XV, o también las pérdidas de algunas Villas. Manuel de Castilla fue un infante de
Castilla y León, hijo de Fernando III de Castilla, rey de Castilla y León, y de la reina Beatriz de Suabia. Don Juan Manuel, miembro de la
casa real y escritor en lengua castellana, fue uno de los principales representantes de la prosa
medieval de ficción, sobre todo gracias a su obra El conde Lucanor, conjunto de cuentos moralizantes (exempla) que se entremezclan con varias modalidades de literatura sapiencial.