Tras una sublevación musulmana en el año 1265, Alfonso X de Castilla debió de pedir ayuda al monarca aragonés Jaime I; este ayudó a los castellanos a recuperar la villa, junto con los territorios cercanos. Como represalia, los musulmanes fueron expulsados de la ciudad y se vieron obligados a edificar una nueva población en las cercanías de la Vila Murada, conocida actualmente como el Raval de
San Juan. En 1296, Jaime II de
Aragón atacó los territorios castellanos situados en la mitad sur de la provincia de
Alicante y conquistó, entre otros lugares, la ciudad de
Elche. Jaime II de Aragón, el Justo fue rey de Aragón, de
Valencia y conde de
Barcelona entre 1291 y su muerte, y rey de Sicilia entre 1285 y 1302. Ostentó los títulos honoríficos de Portaestandarte, Almirante y Capitán General de la
Santa Iglesia Católica.