Ofertas de luz y gas

FORNA: Tocayo, debes de ser un poco (poco) mayor que yo. Ese...

Cerca del año 1952 y escolares de La Font D'EN CARROS de una edad comprendida entre 9 y 10 años fuimos guiados por el maestro D. JUAN PALACI JORNET a pie desde lA fONT hasta forna fue en verano y pasamos un dia inolvidable puesto que despues de mas de 60 años lo recuerdo como ayer. El castillo estaba habierto y podia jugar dentro de el y en varios compartimentos uno se podia esconder Forna no tenia mas de 20 habitantes recuerdo a una señora mayor que coincidiendo con nosotros en la fuente nos dio a beber en su botijo, me atreveria a nombrar el nombre de su hijo PERE JUAN.. Recuerdo que como nosotros llegamos a pie desde la montaña opuesta al castillo en su cara norte dentro del puebloen direccion ESTE habia un pequeno valle de salida hacia Oliva con los pequeños bancales donde se cultivaban para los habitantes el ayunt. la carcel y la fuente tambien los recuerdo asi como la iglesia fue un dia espectacular para mi

Tocayo, debes de ser un poco (poco) mayor que yo. Ese verano en que estuve en Forna, debería ser el de 1955 o tal vez 1956. Vivía en Barcelona, pero mi familia materna era (es) de Oliva. Añoro mucho aquella época y aquellas vivencias de crio. Recuerdo con verdadero cariño aquella excursión, la casa de mis tíos en ese valle que apuntas, el de Sant Antoni. También la barraca de mi tio-abuelo en la playa de Oliva, prácticamente sobre la arena. Tanto mi abuelo como su hermano eran muy aficionados al trinquete. Recuerdo que me llevaban a ver las partidas. De más mayor me dediqué al tenis, tal vez motivado por el juego de pelota valenciana.
Ahora viajo de vez en cuando, es decir, cuando puedo, y si bien Forna no habrá cambiado tanto (eso espero), Oliva es otra. Tengo allí mis raices, pero es otra población. Ahora es una ciudad, con sus pros y sus contras. Me quedo con aquella, en la que las familias sacaban las mecedoras a la calle para charlar con sus vecinos. Quan els xiquets anaem a collir taronges i garrofes per l´aca.
¡Visca Valéncia!