De origen musulmán,
Granja de Rocamora pudo formarse a partir de una antigua alquería. Estuvo bajo el dominio de la
familia Rocamora, antepasados y primeros condes de Granja de Rocamora, que poseían también las heredades de
Benferri y Puebla de Rocamora desde que el 25 de agosto de 1265 las adquirieran en el reparto hecho por Alfonso X el Sabio en
Córdoba.
Pedro Ramón de Rocamora (Pierre Roman de Rocamoure), primer propietario de las heredades de La Granja, Benferri y Puebla de Rocamora, era un noble de origen francés que acompañó a Jaime I el Conquistador en varias de sus campañas de conquista, donde se ganó su patrimonio en las tierras recién reconquistadas del Reino de
Valencia.
Estas tierras, pasaron a formar parte del patrimonio de los Rocamora como heredades que no se sostenían a título nobiliario alguno, constituyéndose ya en el siglo XVI los señoríos de La Granja, de Benferri y de Puebla de Rocamora.
En 1565 se independizó de Orihuela, municipio del que formaba parte. Su
iglesia parroquial dependió de la de
Cox hasta 1602. Con la expulsión de los moriscos (1609) quedó despoblada.
El señorío de La Granja pasó a ser un condado de manos del Rey de
España Felipe IV, que se lo otorgó por Real Decreto del 21 de febrero de 1628 a Francisco de Rocamora y Maza, VI Señor de La Granja y primer conde.
Tras el III Conde de Granja de Rocamora, Fray Pedro de Dávalos y Rocamora que murió sin sucesión, el condado pasó a los Jesuitas debido al testamento de Fray Pedro.
En 1755, el Marqués de
Rafal Antonio de Heredia y Rocamora obtuvo el condado de Granja de Rocamora por sentencia a su favor en pleito
ganado, por ser a sus antepasados a quien pertenecía el condado antes de caer en posesión de los Jesuitas, que lo mantuvieron casi un siglo.
Tras caer en posesión de la
Casa de Rafal, serían los Heredia, los Melo de
Portugal, los Manuel de Villena, los Pardo-Manuel de Villena y los Agrela los que portaron el título de Conde de Granja de Rocamora, estando a día de hoy el título nobiliario en manos de Juan de Agrela y Pascual de Riquelme, XII Conde.
Las sucesivas desamortizaciones como la desamortización de Mendizábal dejaron gran parte de la propiedad de la tierra a los habitantes del
pueblo, lo cual explica el reparto actual entre pequeños propietarios, y se constituyó el municipio de Granja de Rocamora.