Guadalest, existente ya en época musulmana, fue conquistado por los cristianos a mediados del siglo xiii. El rey Jaime II de
Aragón donó en feudo el
castillo de Guadalest a Bernardo de Sarriá en 1293, momento en que empezó un período de cuarenta y dos años durante el cual el castillo y toda la comarca llegaron a pertenecer a la
familia Sarriá. Jaime II de Aragón, el Justo fue rey de Aragón, de
Valencia y conde de
Barcelona entre 1291 y su muerte, y rey de Sicilia entre 1285 y 1302. Ostentó los títulos honoríficos de Portaestandarte, Almirante y Capitán General de la
Santa Iglesia Católica. Bernardo de Sarriá fue un noble,
militar y diplomático, almirante de la corona de Aragón y barón de
Polop.