Dejando a un lado los cambios de señoríos y marquesados por los que ha pasado la población en los últimos cinco siglos (y que nos aburriría en exceso) podríamos citar algunos datos relevantes en la
historia reciente de
Guadalest que cambiaron su fisionomía actual. En 1609 los moriscos, población mayoritaria del
valle, fueron expulsados, creándose un gran vacío demográfico que se intentó llenar con la Carta Puebla de 1611 (de la que hablaremos en otro artículo). El 22 de junio de 1644, se produce un terremoto que destrozó el
Castillo y en diciembre del mismo año, vuelve a repetirse otro seísmo de gran intensidad. En 1748 y en 1752, tienen lugar nuevos terremotos, pero menos importantes que los anteriores. - Durante la Guerra de Sucesión, en 1708, el Castillo de
San José sufrió una voladura que afectó gravemente su ala oeste. La
Casa Orduña fue incendiada.