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RECORDANDO A EL POETA DEL PUEBLO DE ESPAÑA.
MIGUEL HERNÁNDEZ 75, AÑOS DE SU MUERTE.
Llegó con prisa la muerte
entre lamentos forzados,
Miguel no tuvo la suerte
de vivir pasos soñados.
Aquel veintiocho de marzo
marcó su rumbo forzado,
su vivir le puso plazo
en la cárcel marginado.
Miguel derrocho alegría
en sus versos encantados,
buscando luz y armonía
en momentos anhelados.
La vida le fue marcando
con su grave consecuencia,
sabiendo sufrir y amando
sin llorar nunca clemencia.
Las palabras quedan rotas
en la ciudad de Alicante,
y hasta las lagrimas brotan
para servir de sedante.
Su juventud se marchaba
camino de las estrellas,
y su sentir reclamaba
el vivir las noches bellas.
Por las rutas de Levante
entre las grandes palmeras,
le siento a Miguel radiante
en todas las primaveras.
Sus ecos siguen constantes,
vibrando tiene su estela,
aquellos versos distantes
hoy sí que pisan la escuela.
Vientos llenos de verdades
en sus caminos de España,
temiendo las falsedades
lleno con amor su entraña.
Vientos del pueblo se notan
cuando la raza despierta,
y en los pensamientos flotan
dejando la mente abierta.
Los años se van pasando
en la ciudad de Orihuela,
y el tiempo va recordando
que la historia pasa y vuela.
Sombras del viejo pasado
sobre su vida escribiendo,
un ayer que es evocado
por el que vive sintiendo.
Hay versos que hacen camino
y lucen buscando amores,
y escritores que su sino
es vivir entre dolores.
Miguel forjando leyendas
con sus versos por el mundo,
quiero recordar sus sendas
sin ver su pasado absurdo.
Las cárceles de testigos
para borrar la cultura,
poetas que en sus castigos
sufrieron la noche oscura.
Olivares andaluces
que reflejan sus cantares,
tierras con nombres y cruces
en muchos de los lugares.
Miguel será recordado
con sus versos y canciones,
la cultura le ha llevado
a darnos siempre lecciones.
No debemos olvidarle
aunque se pasen los años,
sentimos al recordarle
que va subiendo peldaños.
G X Cantalapiedra.
28 – 3 – 2017.
MIGUEL HERNÁNDEZ 75, AÑOS DE SU MUERTE.
Llegó con prisa la muerte
entre lamentos forzados,
Miguel no tuvo la suerte
de vivir pasos soñados.
Aquel veintiocho de marzo
marcó su rumbo forzado,
su vivir le puso plazo
en la cárcel marginado.
Miguel derrocho alegría
en sus versos encantados,
buscando luz y armonía
en momentos anhelados.
La vida le fue marcando
con su grave consecuencia,
sabiendo sufrir y amando
sin llorar nunca clemencia.
Las palabras quedan rotas
en la ciudad de Alicante,
y hasta las lagrimas brotan
para servir de sedante.
Su juventud se marchaba
camino de las estrellas,
y su sentir reclamaba
el vivir las noches bellas.
Por las rutas de Levante
entre las grandes palmeras,
le siento a Miguel radiante
en todas las primaveras.
Sus ecos siguen constantes,
vibrando tiene su estela,
aquellos versos distantes
hoy sí que pisan la escuela.
Vientos llenos de verdades
en sus caminos de España,
temiendo las falsedades
lleno con amor su entraña.
Vientos del pueblo se notan
cuando la raza despierta,
y en los pensamientos flotan
dejando la mente abierta.
Los años se van pasando
en la ciudad de Orihuela,
y el tiempo va recordando
que la historia pasa y vuela.
Sombras del viejo pasado
sobre su vida escribiendo,
un ayer que es evocado
por el que vive sintiendo.
Hay versos que hacen camino
y lucen buscando amores,
y escritores que su sino
es vivir entre dolores.
Miguel forjando leyendas
con sus versos por el mundo,
quiero recordar sus sendas
sin ver su pasado absurdo.
Las cárceles de testigos
para borrar la cultura,
poetas que en sus castigos
sufrieron la noche oscura.
Olivares andaluces
que reflejan sus cantares,
tierras con nombres y cruces
en muchos de los lugares.
Miguel será recordado
con sus versos y canciones,
la cultura le ha llevado
a darnos siempre lecciones.
No debemos olvidarle
aunque se pasen los años,
sentimos al recordarle
que va subiendo peldaños.
G X Cantalapiedra.
28 – 3 – 2017.