Durante el paleolítico constituía una
bahía marítima dedicada a la
pesca de
mar. En el neolítico se produce el último ascenso eurástico y el cerramiento de la albufera.
En la Edad de Bronce tiene lugar una gran actividad pesquera y marítima en la costa, y se tienen conocimientos de diversos asentamientos dentro de la albufera, todos dedicados a la pesca.
Durante la época
romana se producen asentamientos alrededor de la albufera al pie de las sierras próximas.
Ocupado el
valle de
Pego por los musulmanes alrededor del año 726, fue un importante enclave agrícola, explotado por una decena de alquerías, que posteriormente formaría parte de la taifa de Denia.
Conquistado el valle y el
castillo de Pego (actualmente, el Castillo de Ambra) en 1244 por las tropas de Jaime I de
Aragón mediante un pacto con Al-Azraq, tras ser sofocada la rebelión de la población mudéjar del valle en 1258 el castillo y su término fueron entregadas al infante Pedro, que intentó la repoblación con campesinos catalanes y crearía la baronía de Pego en 1262. Se sucedieron varias cartas puebla –conservadas en el Archivo de la Corona de Aragón– que fracasaron en el intento de crear de nueva planta una villa fortificada poblada exclusivamente por cristianos. Finalmente a finales del s. XIII, por fin, se consiguió la creación de la villa de Pego, sobre el emplazamiento de la antigua alquería andalusí de Uixola, que había sido abandonada por los mudéjares después de la fracasada rebelión. La nueva población tomó el nombre del castillo andalusí, que fue inutilizado militarmente, el cual, a su vez lo había tomado del valle. Con posterioridad pasaría a manos de diversos miembros de la
casa real y a importantes linajes de la nobleza valenciana.
Hacia finales del siglo XIII, se entrega la "Carta de Poblamiento" de Pedro III, por la cual se le da a la justicia y
juzgados de Pego los privilegios de establecer
campos, construir acequias, dehesas, aprovechamiento de las
aguas, pesca y pastoreo. En 1403, Martín I, proscribe el cultivo de arroz de hecho y se intenta regular el cultivo en todas las zonas pantanosas. Entre 1495 y 1699, tienen lugar numerosos pleitos contra los condes de
Oliva, duque de Gandía y marqués de Denia por defender los derechos de pesca, estancar y arrendar el
agua, así como establecer campos, "malladas" y transformarlas en cultivos. Tras la expulsión de los moriscos (1609) –lo que provocó un conato de rebelión–, Pego quedó prácticamente despoblada y tardaría en recuperarse.
Ya en el siglo XVII, se producen las primeras colonizaciones en la parte del Molinell, y se crea jurisprudencia respecto a la
caza y pesca. A finales del siglo XVIII, comienza la colonización de determinadas zonas de marjal, comenzando la formación de acequias de desagües en las partes más externas. Aún no aparece el cultivo del arroz, pero los terratenientes ya comienzan a mostrar su interés por este cultivo en la marjal.
Durante la Guerra de Sucesión la villa de Pego se declaró partidaria del archiduque Carlos, pero su señor, el duque de Gandía que era un decidido felipista colaboró para que las tropas de Felipe V la ocuparan por largo tiempo, convirtiéndola en una importante base de operaciones desde la cual atacar Denia y atajar la posibilidad de unir los dos núcleos resistentes maulets: Alcoy en el interior y Denia en la costa, motivo por el que le sería otorgado el título de 'Muy Noble Villa'.
En 1797 se dicta sentencia, diciendo que el duque de Gandía no tenía derecho en los
ríos de arrendar ni estancar el derecho de pesca. En 1805 por Real Orden se amplían los cotos arroceros, lo cual supone el enraizamiento del cultivo del arroz en todas las zonas húmedas del litoral mediterráneo. Entre 1820 y 1840 se transforman algunos campos de las dehesas para el cultivo de regadíos. El resto se mantendrá
virgen. Durante este período los labradores se desplazan a los arrozales ya establecidos en la zona de la ribera, para cultivar arroz.
En 1848 se hace el mayor proyecto de reconversión de la zona húmeda a cargo de algunas
familias adineradas de Pego. Entra el cultivo del arroz en la marjal, creándose en 1851 el coto arrocero de Oliva. A nivel general, la expansión del arroz de finales del siglo XIX, es consecuencia de la crisis de otros cultivos. Entre 1860 y 1880 continúan transformándose campos en la zona de restinga, disminuyendo las zonas
vírgenes, pero ya en 1886 la superficie cultivada de arroz era de 3.432 hanegadas, quedando las partes más profundas y aquellas tierras más turbosas.
A principios del siglo XX, se produce una ligera expansión del cultivo del arroz pasando de 382 hectáreas, en 1901 a 452 hectáreas en 1912. En 1916, se crea la Comunidad de Regantes de las tierras arrozales. Siendo la época dorada del cultivo entre los años 1920 y 1930, superando las 557 hectáreas en 1929.
La crisis económica mundial provocó una reducción del cultivo, en 1934, pero es al final de la guerra civil española y sobre todo durante la postguerra cuando se llega a la máxima superficie cultivada, 900 hectáreas en 1945.
HISTORIA. El rey D. Jaime el Conquistador ganó esta pobl. a los moros. Estos, sublevados y capitaneados por el esforzado Alazarch se apoderaron de ella en 1254, pero volvió pronto a la obediencia de D. Jaime. Los de Pego secundaron también la sublevación en 1274, uniéndose a las filas de Abrain, mas no tardaron tampoco a ser reducidos. Fue de mucha entidad esta pobl. en todas aquellas revueltas, y también fue considerable en las que después ocurrieron entre los cristianos. Se señaló en los disturbios llamados de la Unión, y no menos después en las germanías. Como
pueblo que se habia repoblado antes de cristianos, no solo no padeció por la expulsión de los moriscos de 1609, sino que contribuyo con todas sus fuerzas a ella.
* Diccionario Geográfico – Estadístico - Histórico de
España y sus posesiones de Ultramar. Pascual Madoz, 1848.