El
casco antiguo de
Polop creció encaramado al cerro que antiguamente estaba custodiado por un importante
castillo. Hoy en día poco queda de la fortaleza (aunque se están llevando a cabo trabajos de recuperación), pero solo por las fantásticas vistas que vamos a disfrutar merece la pena subir. Arriba, en lo más alto, nos aguarda el
cementerio viejo, hoy en día convertido en cementerio literario dedicado a la memoria de Gabriel Miró y su alter ego Sigüenza. De
camino al castillo, pasear por las
calles de Polop es una delicia para los sentidos. Podemos comenzar este
paseo en su tradicional
Plaza de los Chorros, donde una fantástica
fuente formada por 221
caños deja constancia del que fue uno de los mayores tesoros de Polop: su riqueza hídrica. No en vano, sus
fuentes fueron las que hicieron posible el desarrollo de
Benidorm.