El
castillo o fortaleza de
Polop fue un lugar disputado entre los guerreros árabes y entre los caballeros que acompañaban a don Jaime I en sus conquistas. En 1355 es dado Polop al infante Alfonso de
Aragón y Foix, nieto de Jaime II de Aragón y primer conde de Denia. En 1457 el señorío de Polop fue a parar a la
familia Fajardo, que lo ostentó hasta el S. XIX, al morir la última baronesa de Polop. Juan de Aragón y Foix, conde de Denia y duque de Gandía, hereda las posesiones de su hermano y cede el castillo de Polop a Ruy Diaz de Mendoza en agradecimiento por los servicios prestados.