En la parte interior de la
sierra, se encuentran dos naves que podrían haber pertenecido al
ejército republicano. Allí pernoctaría la tropa que estaba a cargo de las instalaciones
militares próximas al
faro. En cualquier caso, todas estas fortificaciones fueron construidas con las técnicas más avanzadas del momento: hormigón en masa ligeramente armado de hierro y masonería de
piedra de la sierra del entorno. El grosor de los muros es de entre 1 y 1’5 metros, según el caso, suficiente para resistir proyectiles, bombas y metrallas.