Desde ahí en adelante, toda la costa del cabo es estrecha y accidentada, con pequeñas calas que se encuentran bajo el
acantilado. El cabo en sí es vértice geodésico de primer orden y se conoce también como cabo de l’Aljub. Tiene sobre él un
faro de tercer orden instalado desde 1858 sobre la antigua
torre de la Atalayola.