barcos fondeados en el
puerto. Al fondo el
Museo del
mar.
La visita típica suele ser de un día. Existen múltiples salidas, con mayor o menor regularidad en función de la temporada, desde el puerto de
Alicante en un cómodo
paseo marítimo de aproximadamente una hora de duración. También se puede acceder desde
Santa Pola, o Benidorm.
Una vez en la isla, los visitantes podrán disfrutar de calas y
playas de
aguas transparentes y de un pintoresco puerto marinero, con una excelente oferta de restauración, con la posibilidad de degustar el tradicional caldero, el plato típico de la isla. Se recomienda pasear por el núcleo urbano y visitar el museo de la isla. El visitante puede alojarse en la propia isla debido a la apertura de establecimientos de
alojamiento en los últimos años.