Qué rico, rico. El capuccino (del italiano capuccino) es una bebida nacida en Viena. El capuchino toma su nombre del
color del hábito de los frailes capuchinos, de un color pardo más claro que el de los franciscanos. Según la leyenda, después de la Batalla de Viena de 1683, los vieneses prepararon café usando los sacos abandonados por los turcos y, para suavizar su fuerte sabor, añadieron crema y miel, obteniendo un color similar al del hábito de los capuchinos. La bebida siempre ha sido conocida por su nombre italiano, ya que la máquina de café expreso con la que normalmente se hace es un invento patentado en 1901 por Luigi Bezzera en ese país. El capuchino se extendió inicialmente por toda Europa alrededor de 1950, para luego llegar a Sudamérica, popularizándose en países como
Argentina,
Brasil,
Bolivia,
Chile,
Paraguay,
Perú y
Uruguay. Actualmente, a partir de la segunda mitad de los años 90 la bebida es consumida en todo el planeta.