Es una gran parcela que quedó excluida del crecimiento urbanístico de
Torrevieja a causa de su pendiente. Para aportar
sombra y humedad al conjunto, se repoblaron con
pinos las laderas, conviertiéndolas en un bosque por donde pequeños
senderos descienden a la cota más baja. En este nivel, una serie de
caminos sinuosos se entrelazan delimitando áreas que contienen parterres de diferentes plantas aromáticas como tomillo, romero, azahar, albahaca o lavanda. En determinados puntos una estructura metálica soporta la vegetación trepadora, generando bajo ella una pequeña zona de estancia.