La tarde parece hermosa
y se siente en Torrevieja,
oigo una voz temblorosa
que quizá suelte su queja.
Mirando al Mediterráneo
siento que la vida es bella,
no existe nadie foráneo
que no consiga su estrella.
Vendavales de promesas
enfrente de sus salinas,
luego al fin cuando regresas
buscas las cosas divinas.
Torrevieja no es culpable
de tantos amores rotos,
sus paseos agradables
jamás les pusieron cotos.
Las historias, son historias,
de ese mundo de pasada,
después quedan las memorias
de las horas desbocadas.
Quien pudiera estar presente
y a la vez correr el mundo,
en Torrevieja hay ambiente
de rico y de vagabundo.
Desde la playa los Locos
hasta el dique de su puerto,
paso mirando sus focos
mientras me acaricia el viento.
La noche viene sin prisa
mientras el cuerpo descansa,
el mar nos suelta esa brisa
que a la rebeldía amansa.
G X CANTALAPIEDRA.
y se siente en Torrevieja,
oigo una voz temblorosa
que quizá suelte su queja.
Mirando al Mediterráneo
siento que la vida es bella,
no existe nadie foráneo
que no consiga su estrella.
Vendavales de promesas
enfrente de sus salinas,
luego al fin cuando regresas
buscas las cosas divinas.
Torrevieja no es culpable
de tantos amores rotos,
sus paseos agradables
jamás les pusieron cotos.
Las historias, son historias,
de ese mundo de pasada,
después quedan las memorias
de las horas desbocadas.
Quien pudiera estar presente
y a la vez correr el mundo,
en Torrevieja hay ambiente
de rico y de vagabundo.
Desde la playa los Locos
hasta el dique de su puerto,
paso mirando sus focos
mientras me acaricia el viento.
La noche viene sin prisa
mientras el cuerpo descansa,
el mar nos suelta esa brisa
que a la rebeldía amansa.
G X CANTALAPIEDRA.
Precioso, gracias por compartirlo.