Dos palomas junto al mar
revoloteaban unidas tiernamente,
y un mundo nuevo a su placer buscaron,
y otro más puro ambiente.
Y le hallaron al fin, y el nido hicieron
en blanda cama de azucena y rosas,
y en ella se adurmieron
con las libres y blancas mariposas.
Y al despertar sus picos se juntaron,
y en la aurora luciente
sus caricias de amor se retrataron
como sombra riente.
Y en nubes de oro
y de zafir bogaban
cual ondulante nave
en la tranquila mar,
y se arrullaban
cual céfiro suave.
Juntas las dos al declinar del día
cansadas se posaban,
y aun los besos el aura recogía
que en sus picos jugaban.
Y así viviendo inmarchitables flores
sus días coronaron,
y nunca los amargos sinsabores
sus delicias turbaron.
revoloteaban unidas tiernamente,
y un mundo nuevo a su placer buscaron,
y otro más puro ambiente.
Y le hallaron al fin, y el nido hicieron
en blanda cama de azucena y rosas,
y en ella se adurmieron
con las libres y blancas mariposas.
Y al despertar sus picos se juntaron,
y en la aurora luciente
sus caricias de amor se retrataron
como sombra riente.
Y en nubes de oro
y de zafir bogaban
cual ondulante nave
en la tranquila mar,
y se arrullaban
cual céfiro suave.
Juntas las dos al declinar del día
cansadas se posaban,
y aun los besos el aura recogía
que en sus picos jugaban.
Y así viviendo inmarchitables flores
sus días coronaron,
y nunca los amargos sinsabores
sus delicias turbaron.