Se baraja el 1555, aunque podría ser anterior. Como la mayoría de templos religiosos, ha pasado por diversas modificaciones, siendo en este caso las más importantes durante el siglo XVII, XVIII y XX. Entre 1936 y 1939 sufrió los estragos de la Guerra Civil, cuando fue convertido en garaje, y se quemaron y destruyeron
retablos e imágenes; además de los fondos documentales que existían en el archivo parroquial. Las
campanas fueron fundidas para convertirse en munición
militar.