Francisco Lloret Llinares cuenta interesantes anécdotas de su infancia, así como hechos ocurridos en las primeras décadas del siglo XX en la villa chocolatera. Muchos son quienes, temiendo que sus vivencias se pierdan en el olvido, las dejan plasmadas en forma de texto. Pero, desafortunadamente, pocos las comparten de forma pública, bien por decisión propia o bien por falta de recursos. El vilero Francisco Lloret Llinares —quien se dedicó a la albañilería— ahorró, editó y publicó sus memorias, bajo el título La Vila de ayer, en el año 1988. Su obra constituye un curioso viaje a los primeros años del siglo XX, cuando en las
calles de
Villajoyosa no se escuchaba más que el traqueteo de los
carros, los pregones, canciones espontáneas y el agradable piar de los pájaros.