Vilamuseu también expone destacados objetos griegos y etruscos procedentes de los
cementerios de Casetes y de Poble Nou, los de mayor longitud y duración de la Península Ibérica. A partir del s. IV bajo el mismo
casco antiguo se encuentra la ciudad íbera. Entre las piezas de Vilamuseu sobresale el Vaso del Umbral del Más Allá, una especie de pequeño «Libro de los muertos» que narra el viaje del difunto. De esta época es también el gran
santuario del paraje natural de la Malladeta, en parte excavado y visitable. Es un santuario de observación astronómica para fijar el calendario íbero: dos veces al año, en los «días mitad entre solsticios» (marzo y septiembre), el sol se ve salir por la isla de
Benidorm.