Paraje de las
Cruces: está situado en la umbría de la
sierra de la Villa, en una vertiente bastante escarpada, cubierta con repoblaciones de
pino blanco y algunas sabinas dispersas. En este lugar existía una
ermita, de la que se conservan tres cruces que dan el nombre al paraje. Existe un
mirador desde el que se puede observar una de las más típicas panorámicas de la ciudad y el
castillo de la Atalaya.