Fue construido por los árabes en fecha desconocida, aunque no después del siglo XII, ya que las
fuentes árabes ya lo mencionan en el año 1172. Se ha especulado mucho sobre la posibilidad de que la fortaleza se asiente sobre una fortificación o villa
romana anterior, aunque la
arqueología no ha arrojado luz a este respecto.
Fue una importante
plaza fuerte de los musulmanes, y muestra de su robustez es que las tropas de Jaime I tuvieron que asediarlo tres veces para conseguir tomarlo, finalmente, en 1240, a manos de un
ejército formado por los caballeros de la orden de Calatrava junto con mercenarios almogáraves, al mando de Ruy Pérez Ponce de
León, comendador de Alcañiz. Estas incursiones suponían una violación del Tratado de Cazola, según el cual,
Villena pertenecía al ámbito de conquista castellana. Pssaría definitivamente a manos castellanas en virtud del Tratado de Almizra. Primero se dio en tenencia a estos caballeros de Calatrava, pero pronto pasó en poder del infante Manuel de Castilla al ser nombrado señor de Villena. A su muerte pasaría a manos de su hijo, el insigne escritor don Juan Manuel, Príncipe de Villena. Este desposó a la infanta Constanza de
Aragón, hija de Jaime II a la edad de 6 años, y la tuvo recluida en el
castillo de Villena hasta que cumplió los doce años y pudo consumar el matrimonio. La estancia de Constanza obligó a don Juan Manuel a efectuar reformas para mejorar la seguridad de la plaza. Durante sus estancias en Villena, sus principales ocupaciones fueron la literatura y la
caza