Por tanto, Domene Verdú indica que el origen del topónimo sería el término بليانة «Bilyāna», netamente árabe, y significaría «la llenada (por Alá)». Esa forma árabe, documentada a partir del siglo XI, habría evolucionado de dos maneras distintas. De un lado, siguiendo las normas del castellano
medieval, a «Belliena», tal cual aparece en la
Historia Roderici (hacia 1190).