- El
Calvario, dispone de una elegante
capilla cubierta con característica
cúpula sobre tambor y elegante
portada de sillería bien labrada.
-
Calle Mayor, entre cuyos
edificios destaca el
palacio construido por la
familia Fuster en el siglo XVIII.
- El
Castillo, del que sólo restan unas interesantes
ruinas con lienzos de
muralla y alguna
torre.
- La
Ermita de la Esperanza, situada a poca distancia de la población con hospedería adjunta, fundada en el siglo XV por Bernardo Fort.
- La Ermita de los
Santos Juanes, englobada hoy en la trama urbana, es construcción de finales del siglo XIII, situada extramuros de lo que fue el núcleo primitivo de la población, con planta del tipo llamado de Reconquista, que presenta una sola nave con
arcos apuntados que sostienen techumbre de madera y
puerta de medio punto. Contiene un pétreo sepulcro con inscripción y también alberga el
retablo de los Santos Juanes Bautista y Evangelista (de principios del s. XV).
- La Ermita de
San Miguel (s. XV-XVIII), en el antiguo
camino de
Catí, a unos 6 Km, en zona de interesantes masías como el conjunto del Mas de Brusca.
- La Ermita de San Pedro Mártir, del siglo XV, con interesante
pórtico lateral.
- La
Iglesia parroquial, de severo barroco, iniciada a finales del XVII para sustituir al primitivo templo
gótico, consta de tres naves sin crucero y
capillas laterales, con
bóvedas de medio cañón con lunetos. En su sobria
fachada de
piedra destaca la portada de dos cuerpos con pilastras adosadas y
escultura de la Asunción de Ntra. Señora. El templo conserva un considerable número de piezas de orfebrería, ornamentos y restos de
altares y el retablo de la
Virgen de la Esperanza, bella muestra del gótico internacional, procedente de la ermita de esta devoción.