Este tramo de la fortificación del
castillo es un claro ejemplo de la evolución arquitectónica que sufrieron las
murallas entre los siglos X y XIII. Construidas sobre un potente muro de mampostería destaca el paramento exterior de tapial calicostrado.
Pero será la inscripción en árabe en uno de esos falsos sillares que dote al muro de su importancia en la
arquitectura islámica. Su transcripción debe interpretarse como: "Alá es el que concede la victoria"