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S. XX - El Milagro del Manantial del Berro

En 1915, el Pueblo de la Villa de Altura descendió la imagen de la Virgen a la Iglesia de San Miguel para rogar por el agua que tanta falta le hacía, el pueblo había iniciado en 1911 unas obras para hallar agua y no parecía haber solución alguna, tras un novenario rogándole a la Virgen, la noche del 24 al 25 de marzo de 1915, se produjo el milagro y el Manantial del Berro se convirtió en una realidad para la Villa. Esto acrecentó aún más el amor del pueblo por su Virgen.
El 29 de abril de 1917, los restos mortales de Fray Bonifacio Ferrer que en un primer momento, tras su fallecimiento reposaban en la Cartuja de Vall de Crist y posteriormente en la Iglesia de San Miguel de Altura (13 de abril de 1895); fueron trasladados a la Cueva Santa donde reposan desde aquel momento.
En abril de 1922 se hicieron cargo del Santuario los Padres Carmelitas por la intervención del Obispo D. Luis Amigó. La administración pasaba a manos de la congregación según consta en el convenio entre Obispo, Padres Carmelitas y Patronato. Ésta Comunidad se cesó su actividad en 1972.
En 1927 empezaron a construirse a lo largo del camino de la cruz de piedra los templetes que conmemoran los misterios del Santo Rosario.
En 1936, durante la guerra civil fueron profanados y destruidos los restos de Fray Bonifacio Ferrer sitos en el interior del Santuario.
En 1939 se construyó la Cruz del camino del Rosario.
Entre los años 1954 y 1955 se realizó un primer mapa topográfico del interior del Santuario.
En el año 1955 el Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón D. Jose Pont i Gol mando erigir un monumento de piedra en recuerdo del VI centenario del nacimiento de Fray Bonifacio Ferrer, en acto de homenaje y reparación de la profanación de su tumba en 1936 cuando fueron sus restos destruidos, los cuales fueron depositados en el Santuario en 1917 por mandato del Obispo Fray Luis Amigó.
Desde 1955 la Virgen de la Cueva Santa fue nombrada patrona de los espeleólogos españoles, y desde 1961 patrona de la diócesis de Segorbe-Castellón juntamente con San Pascual Bailón.
En 1965, en honor al milagro atribuido a la Cueva Santa por el alumbramiento del Berro, los Alturanos/as construyeron en la propia plaza de la Cueva Santa, la denominada fuente de la Teja, un fuente con forma de gran teja con la imagen de la Virgen de la Cueva Santa.
En 1969, Eduardo Corredera escribió un libro sobre la Cueva Santa.
Ese mismo año (1969), dentro de la propia cueva, se escavó una galería con la que se llegó a la, probablemente, zona más importante de la cueva.
El 23 de diciembre de 1970, se restituyen las funciones del Patronato de la Cueva Santa a sus legítimos administradores, el párroco de Altura y los dos Jurados históricos: alcalde y concejal de la Corporación municipal por medio de escritura pública, siendo Obispo de Segorbe-Castellón y electo de Tarragona el Excmo. y Rvdmo Sr. Dr. D. José Pont y Gol. Es el órgano de relación del Santuario con las parroquias y los municipios de las comarcas vecinas, y con las instituciones públicas y privadas. En definitiva, el patronato es la garantía del presente y del futuro del Santuario. Lo referente a la vida pastoral y espiritual, compete exclusivamente al Rector del Santuario.
En 1972, se marcha del Santuario la Comunidad Carmelita, quedando al cargo del Santuario el propio Patronato.
En 1987, la fuente de la teja que se encontraba en la Plaza de la Cueva Santa, en honor a ésta, fue retirada y sustituida por una nueva, dividida en dos, una parte ondulada con cascadas y otra circular, también con cascadas. Desde luego, también en honor a la Virgen de la Cueva Santa.
El 8 de septiembre de 1988 se celebró la Coronación canónica de la Virgen de la Cueva Santa. (El vídeo de la Coronación Canónica puede verse en Youtube)
En la década de los noventa, Enrique Ventura filmó una película relatando los hechos del afloramiento del Manantial subterráneo del Berro. En la película participaron íntegramente los Alturanos y Alturanas y fue celebrada con júbilo. Su título fue "Nace una Esperanza".