Magnífica vista del Puerto. No ha cambiado poco. Recuerdo que aquí nos bañábamos, en el Club Náutioc, hace casi 50 años. De regreso a Castellón, una horchata y/o un helado, en la chuerreria para hacer mas agradable el viaje en el autobús o en La Panderola. Había que tener mucho cuidado con los erizos, no te los fueras a clavar al saltar al agua, ya que su dolor era tremendo.