Como todos los años, ya pasaron las
fiestas. Por unos días la tranquilidad habitual se truncó en la algarabía propia del reencuentro de vecinos y
amigos. Ya se sabe, les Festes son les Festes.
Todo resultó magnífico, o casi. Por mi parte, los únicos peros fueron el calor, con más de 40º muchos días, pero eso era inevitable, y la
piscina sin un ápice de
sombra, y eso sí que era evitable. Tenía que haberse previsto la instalación de algunos parasoles. Espero que la Comisión entrante lo tenga en
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