LA COLONIA TEXTIL DE LA
FÁBRICA GINER DE
MORELLA. La Fábrica Giner ubicada en Morella fue una una industria pionera del sector textil, con un crecimiento a lo largo del XIX y principios del XX únicos en la provincia de
Castellón. El conjunto arquitectónico de la Fábrica Giner de Morella está constituido por una serie de
edificios industriales y edificaciones complementarias, los cuales forman el único ejemplo de colonia industrial en la comarca de Els Ports con una producción textil de ciclo completo. En el año 1863 la sociedad mercantil “Giner Guimerá y Hermano” adquirió el
molino de Zurita, en las proximidades de Morella, donde ya había una fábrica dedicada a la lana. Su ubicación junto al
río abastecía de
agua y de energía hidráulica necesaria para la producción de la fábrica. Desde su inicio, se otorgó una gran importancia al uso de la tecnología en la producción, con el objetivo de incrementar el rendimiento y reducir costes. En el año 1865 se produce una primera reconversión tecnológica con la
compra de nueva maquinaria. La fecha de inicio de la colonia industrial se sitúa en el año 1870, cuando se llevan a cabo las obras más importantes y se instala una máquina de vapor, incrementando la producción y reduciendo la producción manual. En 1876 se terminan las obras. La singularidad de la fábrica consistía en su concepción como una colonia industrial con edificios que alojaban a las
familias de los trabajadores (residencia de trabajadoras solteras, residencia de casados, residencia de trabajadores especializados…), naves industriales, y servicios generales, tales como
ermita y
escuela. En la fábrica se realizaba un proceso textil de ciclo completo. La lana se traía en bruto a la fábrica y seguía el siguiente proceso: selección de la lana, escaldado, lavado, tintado, cardado, hilado, tejido, escrutado, acabados y embalaje. Durante la Guerra Civil Española 1936-1939, la fábrica sufrió grandes daños estructurales y tuvo que ser reconstruida en varias ocasiones, gracias al esfuerzo, empeño y dedicación de propietarios y trabajadores, logró recuperarse y seguir adelante. En la década de 1950, la fábrica Giner de Morella experimentó un gran auge gracias a la demanda de sus productos en el
mercado nacional e internacional. En esa época, la fábrica empleaba a más de 500 trabajadores y su producción se exportaba a países como
Francia,
Alemania y
Estados Unidos.