Morella es la capital de la comarca de Els Prots, en
Castellón, y está considerado como uno de los
pueblos más bonitos de
España, y no es para menos. Se trata de una joya
medieval que fue candidata para ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Está presidida por un imponente
castillo y rodeada por dos kilómetros de
murallas, y ya el rey Jaume I dijo una frase que define muy bien lo que es Morella: “Morella es un lugar digno de reyes”.
Aunque el
pueblo tiene numerosos
rincones que merecen una visita, así como el casco histórico un
paseo, las mejores vistas del conjunto de Morella se obtienen desde la distancia. Hay dos
miradores que sorprenden por las vistas que ofrecen: el primero en la
carretera CV-12 saliendo en dirección Ares y el segundo en el
camino que sale desde la segunda parte del
acueducto. Algo imprescindible que realizar en uno de estos dos puntos en una visita a Morella es contemplar el maravilloso
atardecer con Morella iluminada con una luz especial.
El
casco antiguo de Morella está declarado Conjunto Histórico-
Artístico y para descubrirlo lo más recomendable es dejarse perder por sus
calles empedradas dotadas de increíbles rincones. La
calle principal es la más comercial, de ahí que cuente con abundantes lugares dedicados a la
artesanía y productos gastronómicos típicos de la comarca. En esta calle también se encuentra el
edificio del
Ayuntamiento, un edificio
gótico restaurado en el que se pueden visitar los dos
salones del mismo estilo. Además, en el piso superior hay un espacio dedicado a
exposiciones.
La
puerta de
San Miguel es la puerta principal de acceso la ciudad y uno de los
monumentos más importantes. Esta puerta está formada por dos
torres gemelas octogonales que contaban con todo tipo de artilugios para defender la ciudad de posibles ataques. En la actualidad se puede entrar al interior y sus
terrazas.
Otro de los lugares más importantes de Morella es la Basílica de
Santa María la Mayor, una auténtica maravilla construida bajo el estilo gótico entre los siglos XIII y XV. En la
fachada principal se encuentra la Puerta de los Apóstoles, donde en el parteluz se representa a la
Virgen con el Niño. También se pueden ver escenas de la infancia de Jesús y la Coronación de la Virgen. Pero lo más sorprendente es su interior, resaltando la
escalera del
coro y el
altar mayor.
Como espacio religioso también debe ser visitado el
Convento de San Francisco, el antiguo convento franciscano que ha sido reconvertido en un
museo. Se puede contemplar lo que queda del
claustro, así como la sala capitular del convento, donde se encuentra uno de los exponentes del
arte macabro español: La
Danza de la Muerte, uno de los frescos del siglo XV que representa la nobleza, el clero y la muerte.
Pero sin lugar a dudas, el
monumento más emblemático de esta localidad es el Castillo, localizado en lo alto de la colina que domina Morella y que está considerado como Monumento Nacional desde 1931. No se tiene claro su origen ni cuáles fueron sus primeros pobladores, pero lo que hoy se puede visitar corresponde a la época de dominación cristiana. A medida que vamos subiendo por la colina nos vamos encontrando con las distintas dependencias de esta fortificación, como las torres de vigilancia,
Torre de San Francisco o la de la Pardala; las cárceles; el polvorín o donde se ubicaban los distintos cuerpos de guardia.
Un poco más arriba se encuentra el
Palacio del Gobernador, que hoy en día es sede del Centro de Interpretación de la fortaleza. No hay que olvidar visitar la
Plaza de Armas del castillo. Las vistas que desde esta colina se ofrecen son fabulosas y se puede contemplar casi por completo la comarca castellonense de Els Ports, una de las que forma parte de la comarca natural del Maestrazgo.
Algo que no hay que olvidar en una visita a Morella es que estos terrenos fueron lugar de dinosaurios durante la prehistoria, de ahí que cuente con un museo dedicado a esta temática, Museo Temps de Dinosaures, en el que se pueden observar restos de algunos de los saurios que se han ido encontrando en distintas excavaciones de la zona.