Una
noche un oficial de tránsito se dedicó a vigilar el estacionamiento de un
bar en el que se realizaba una gran
fiesta. Cuando llegó la hora de cerrar, el policía vió salir a un hombre tambaleándose, hablando incoherencias y con una botella en la mano. El hombre tropezó, cayó, se levantó y sacó sus llaves. El policía vio cómo el hombre intentó abrir siete autos, antes de encontrar el suyo. Cuando logró entrar, estuvo varios minutos tratando de encontrar la llave correcta para arrancar. Tardó varios
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