Él se fue una tarde, con rumbo ignorado,
en el mismo
barco que lo trajo a mí
pero entre mis labios, se dejó olvidado,
un beso de amante, que yo le pedí.
Errante lo busco por todos los
puertos,
a los marineros pregunto por él,
y nadie me dice, si esta vivo o muerto
y sigo en mi duda buscándolo fiel.