LOS
CIELOS QUE DERROCHAN...
Los cielos que derrochan rebosantes estrellas
ostentan por encima de tus penas.
En lugar de la almohada, vierte el llanto a lo alto.
Aquí, en el que ya llora, en el último rostro, extenuándose,
comienza electrizante el espacio del mundo.
¿Quién si hacia allí te apremias detiene este torrente?
Nadie, a no ser que tú te alzaras en combate
con toda esta corriente impetuosa
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