Nadie escoge su amor. Yo no sabía
que me esperaba la ilusión más plena
en tu mirada cálida y serena
donde murió mi
noche y nació el día.
No esperaba tu voz, ni su armonía,
que el aire con sus notas dulces llena,
ni que tanta ternura en boca ajena
con sus palabras el amor pondría.
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