Una vieja pareja está de humor romántico. Ella le dice:
- Todavía recuerdo cuando me besabas siempre que podías.
Él le da un beso en la mejilla.
- Todavía recuerdo cuando siempre me cogías de la mano.
Él le coge la mano con cariño.
- Todavía recuerdo cuando a menudo solías morderme el cuello.
Él se levanta y se dispone a salir de la habitación.
- ¿A dónde vas?
- A buscar mi dentadura.
El optimista siempre tiene un proyecto; el pesimista una excusa.