Es más listo que los conejos de BUENOS AIRES y Vera con siete meses y medio es una tragona, ayer se quería
comer las salchichas de su hermano, se le iban los ojos, pero las mamás de ahora llevan a rajatabla lo de la alimentación, hasta la edad reglamentaria no le dan nada. Los picos de las barras de
pan le encantan.