10
Un pícaro se comprometió a demostrar que el oráculo de Delfos mentía. Llegó el día señalado y el pícaro tomó un pajarito y, escondiéndolo bajo de su
manto, se dirigió al templo.
Encarándose ante el oráculo preguntó si lo que tenía en la mano era un ser vivo o era inanimado.
Si el dios decía «inanimado», el hombre mostraría al pajarito vivo; si decía «vivo», lo enseñaría muerto, después de haberlo ahorcado.
Pero el dios, viendo de lo que se trataba con esa malvada intención, respondió:
Deja
... (ver texto completo)