Un hombre va por la
calle leyendo
letreros, y lee: URÓLOGO. Aquí es, entra y después de examinar las partes íntimas del paisano, le dice el doctor:
-Usted no tiene nada.
- Ya lo sé, doctor.
-Entonces, ¿a qué ha venido aquí?
-Verá doctor, como no tengo nada que hacer, he venido a que me tocara un poco los haches.