Evidentemente, ya desde la
antigüedad, el cultivo de rosales estaba muy difundido, ya sea como plantas ornamentales como también para provecho de sus propiedades medicinales y aromáticas (perfumería y cosmética).
Los primeros datos de su utilización
ornamental se remontan a Creta (siglo XVII a. C.). La rosa era considerada como símbolo de belleza por babilonios, sirios, egipcios,
romanos y griegos. En
Egipto y Grecia tuvo una especial relevancia, y mucho más en Roma. Los romanos cultivaron la
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