Sólo por nuestras obras, por nuestra acción, podemos saber de nuestra vida. No hay nada que desespere tanto como ver mal interpretados nuestros sentimientos.
Nunca, como al morir un ser querido, necesitamos creer que hay un cielo. Sólo por nuestras obras, por nuestra acción, podemos saber de nuestra vida.
No hay sentimiento que valga; el amor es una ocupación como otra cualquiera. Nunca, como al morir un ser querido, necesitamos creer que hay un cielo.
Es tan fea la envidia que siempre anda por el mundo disfrazada, y nunca más odiosa que cuando pretende disfrazarse de justicia. Perdonar supone siempre un poco de olvido, un poco de desprecio y un mucho de comodidad.
El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta. Es tan fea la envidia que siempre anda por el mundo disfrazada, y nunca más odiosa que cuando pretende disfrazarse de justicia.
La alegría de hacer bien está en sembrar, no en recoger. Más se unen los hombres para compartir un mismo odio que un mismo amor.
Si la pasión, si la locura no pasaran alguna vez por las almas... La alegría de hacer bien está en sembrar, no en recoger.
El verdadero amor no se conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece. Al amor lo pintan ciego y con alas. Ciego para no ver los obstáculos y con alas para salvarlo.
SORBETE DE SANDÍA Ingredientes (4 personas) 600 g de sandía 200 ml de agua 250 g de azúcar 50 ml de zumo de limón 10 ml de zumo de naranja Canela molida ... (ver texto completo)