Las
flores nacen en la
primavera, con la llegada del mes de marzo, en forma de racimos. Éstos surgen del medio de las hojas, cada uno con pequeñas inflorescencias, todas ellas del mismo
color.
Existen variedades de diversas tonalidades: rojo, azul, naranja, rosa, amarillo, blanco, etc. Generalmente los bulbos de color claro corresponden a flores blancas y amarillas, los de color oscuro, al resto de gamas. Cada planta suele tener unas cinco o seis hojas muy carnosas.